El proyecto se desarrolla a través de la Investigación Acción Participativa IAP, la cual permite, de acuerdo con su promotor, Orlando Fals Borda (1999), el diálogo entre saberes teóricos y prácticos, que se realiza paralelo a un proceso de investigación basado en la observación, la apropiación, la implementación, seguimiento y reflexión de la práctica pedagógica, en el que los docentes, estudiantes, directivos, padres y demás miembros de la comunidad educativa son escuchados y participan de manera integrada. Por lo anterior, se genera con todos los actores una “concientización dialógica” -retomando las palabras de Freire-, la cual permite que se vaya construyendo una construcción pedagógica colectiva que transforme la práctica educativa e impacte en el entorno de los estudiantes, su familia y la comunidad.
Visto de esta forma, la IAP, conduce a los participantes a una reflexión que lleva a la acción, pero que depende del consenso entre todos los actores involucrados, lo que causa que se implemente de forma pausada y al ritmo de las comunidades con las que se trabaja. De igual manera, se desarrolla una investigación en espiral, lo que según Stephen Kemmis (1989), permite que se tengan en cuenta en este tipo de investigaciones la teoría y la práctica, poniendo énfasis en la práctica y haciendo que la teoría le sirva y enriquezca a la práctica y no de forma contraria. En este sentido la IAP, se debe desarrollar a partir de la observación directa de las realidades de los participantes y se enriquece a partir de las voces de los actores, lo que convierte al investigador en un excelente lector del contexto y luego en un diseñador de experiencias y estrategias concatenadas en una estructura que configure la transformación esperada por todos.
Como se puede deducir, estos procesos van generando una apropiación del proyecto por parte de los actores, quienes sienten que son tenidos en cuenta en el proceso de construcción colectiva y por tanto, se va gestando de manera natural una cultura institucional que definitivamente transforma de manera paulatina a la comunidad educativa, lo que significa autonomía, capacidad instalada, así como el aseguramiento de las condiciones y las habilidades necesarias, para la sostenibilidad del proyecto a corto, mediano y largo plazo.